Los anteojos, gafas o lentes aéreos son una ayuda para toda persona que tenga una disminución de su capacidad visual. Se trata de defectos como la miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia.
Foto 1: Así ve un paciente sin problema de refracción.
Fuente: archivo Dra. Adriana Tytiun
¿Cómo sé cuándo tengo que usar anteojos?
A veces es muy fácil saber si necesitamos anteojos:
● Cuando la imagen de lejos es borrosa, pero de cerca vemos bien (miopía).
Foto 2: Así ve un paciente miope
Fuente: archivo Dra. Adriana Tytiun
● Cuando no vemos de cerca y de lejos vemos mejor, pero nos cansamos mucho (hipermetropía).
Foto 3: Así ve un paciente hipermétrope.
Fuente: archivo Dra. Adriana Tytiun
● Cuando cerca de los 40 años comenzamos a necesitar aumentar el tamaño de las letras o alejar el celular o el diario porque no distinguimos lo que queremos leer (presbicia).
Foto 4: Arriba.Visión cercana normal. Foto 5: Abajo. Presbicia
Fuente: archivo Dra. Adriana Tytiun
● O cuando simplemente no vemos bien, nos cansamos mucho a lo largo del día, no podemos terminar de leer algo que nos interesa y necesitamos cerrar los ojos para descansar.
En otras oportunidades los síntomas no son tan claros. Los ojos tienen su forma de decirnos cuando están cansados, por eso el paciente pude tener:
• Dolores de cabeza u oculares,
• Cansancio o sensación de sueño durante la lectura,
• La necesidad de usar más luz que antes.
• Orzuelos a repetición, conjuntivitis o blefaritis (inflamación del borde de los párpados).
En cualquiera de esos casos debemos hacer una consulta con el oftalmólogo, que determinará si nuestros síntomas están relacionados con la necesidad de usar anteojos y cuál deberíamos usar.
¿Qué tipos de anteojos hay?
Los anteojos, gafas o lentes aéreos pueden ser monofocales, es decir, que tengan la misma graduación en todo el vidrio, o multifocales, con diferentes graduaciones.
Los monofocales son los que usamos cuando el paciente tiene miopía, hipermetropía o astigmatismo. Cuando aún no tiene presbicia se debería poder ver de lejos y cerca con el mismo anteojo.
Cuando tenemos presbicia y aparece la necesidad de usar anteojo de cerca, éste puede ser bifocal, es decir, tener la graduación de lejos arriba y de cerca abajo, o multifocales progresivos, que nos permiten hacer foco a distintas distancias (estéticamente no necesariamente es visible la separación de los distintos focos). La otra opción es usar lentes de lejos y cerca separados, teniendo que cambiarlos constantemente, lo que generalmente resulta incómodo.
Foto 6: Arriba. Anteojo multifocal. Foto 7: Abajo. Anteojo bifocal.
Fuente: archivo Dra. Adriana Tytiun
¿Si uso anteojos daño la vista? ¿Puede aumentar la graduación al usarlos?
El único anteojo que puede provocar daño es aquél que no está indicado después de un control oftalmológico. Los ojos son buenos trabajadores, no les hace daño ser utilizados cuando la exigencia es proporcional a su capacidad.
Es decir, no vamos a quedarnos ciegos ni vamos a usar anteojos como “vidrio de botella” si comenzamos a utilizar las gafas. Sólo no debemos usarlos cuando no son necesarios.
¿Qué otras características pueden tener el lente?
Los lentes pueden tener baños o filtros, que no son lo mismo.
Los baños, como el antirreflex, permiten que las luces que se reflejan sobre el vidrio sean menos visibles, de manera que los ojos del usuario se vean mejor (como los vidrios sobre las obras de arte o pinturas). Además, disminuyen los destellos nocturnos.
El baño fotocromático o fotosensible provoca que la lente, al exponerse a la luz solar, se oscurezca. Su uso evita tener que cambiar las gafas al salir al sol o pasar de un lugar soleado a un lugar con menos luz. Sin embargo, no cambian de color dentro del auto, o en una habitación con ventanas.
Todos los lentes con prescripción tienen filtro UV, por lo que no se hace necesario un baño protector para esos rayos.
Los filtros, por otra parte, tienen como objetivo mejorar el contraste en pacientes con alguna patología ocular, así como disminuir la fotofobia o sensibilidad aumentada la luz. Generalmente son lentes de color amarillo/anaranjado.
Foto 8 y 9: Lentes con filtros y magnificación para alteraciones visuales.
Fuente: Infobae.
Algo de anteojos de sol: VERDADERO O FALSO
1. Todos los anteojos oscuros tienen protección para radiación UV. FALSO
El color de los anteojos no asegura su calidad de filtro para rayos UV. Su nivel de protección generalmente está certificado por las autoridades competentes y se presenta en una etiqueta adherida al vidrio. Ésta debería decir 100%.
2. No son iguales los anteojos de sol comprados en una óptica que los que consigo en un negocio de marca. VERDADERO
El uso correcto de los filtros debe ser controlado por un técnico óptico, así como la certificación de calidad del filtro.
3. Cuanto más caro el anteojo, mejor su calidad. FALSO
4. Los niños no necesitan usar anteojos de sol. FALSO
La necesidad de utilizar anteojos de sol es cada vez mayor, y no hay edad mínima para su uso. En los niños no sólo debemos controlar la calidad del filtro UV, sino la resistencia del anteojo a los golpes, ya que también funcionan como una protección.
5. Cuanto más grande el anteojo de sol, mejor. VERDADERO
Siempre teniendo en cuenta el rostro del paciente, es importante que el anteojo cubra todo el ojo.
Recetar un anteojo es una indicación médica. El único profesional capacitado para estudiar al paciente y determinar si debe usarlo o no, es un médico oftalmólogo. El óptico solo puede entregar el anteojo recetado por un médico y el optometrista es un técnico que asiste al médico oftalmólogo para medir al paciente. Cualquier persona que recete un anteojo y no posea el título de médico oftalmólogo con matrícula, está incurriendo en un delito, ya que no está habilitado para hacerlo legalmente.
Bibliografía
-Delfaro, Anni. How to Choose Eyeglasses for Vision Correction. Abril 2020. Disponible en: https://www.aao.org/eye-health/glasses-contacts/glasses
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